En Córdoba ya había golf desde fines del siglo 19.
Cuando Villa Allende se topó con los primeros ingleses que decidieron tener un Club de Golf, y que por esas cosas de la vida en ese momento era una parada más del ferrocarril, ni Don Seculini ni ningún lugareño imaginó, que La Villa se convertiría en el principal referente del este deporte a nivel nacional.
Hoy no solo se respira golf, se vive, no sucede en otro lugar del mundo que los niños del barrio jueguen al Golf de “arco a arco”.
Es una costumbre ver gente caminando con un palo del golf, forma parte de la costumbre sin distinción de clases sociales.
Parafraseando al famoso Gousteau “Ratatuil”: Cualquira puede jugar al golf.
Mano izquierda arriba manos derecha abajo.