Ese club creado por un grupo de amigos sin fronteras, que deja de lado la comodidad del aire acondicionado y los frenos ABS, para rendir homenaje a una insignia de la historia y la industria automotriz.
Seguramente un tal “Henry” (Ford) jamás imaginó que 90 años después, ese Ford A nacido en River Rouge, Michigan, llegara a una ciudad llamada Villa Allende al extremo sur del continente americano y a 8415 km de su cuna.
“El hombre y la máquina” llegarán para el 1° Encuentro latinoamericano del Ford A, en la ciudad de La Falda, desde el Jueves 18 y hasta el Domingo 21, pero pasarán hoy viernes 19 a visitar nuestra ciudad.
Se los podrá ver aproximadamente entre las 15:45 a 16:30 por la Avenida Derqui, se desplazarán hasta Roque Sáenz Peña (Polideportivo), luego por Mariani hasta Goycoechea y desde allí a Caseros empalmado con Av. San Martin por donde se dirigirán hacia Saldan.
Bitacora de Pulecia y Alacrán
Hace unos días Pulecia (Ford A Pick up 1928), El Alacrán (Baquet) y su tripulación, comenzaron su primer tramo desde Cali – Colombia, hasta Córdoba.
Esta primera etapa desde Cali hasta Lima Perú, donde los autos descansarían un tiempo en el museo Nicolini, para retomar su viaje al encuentro internacional en La Falda.
“Ya estamos preparados para atravesar el continente en estos dos lánguidos camellos, de elásticas cervices, de verdes ojos claros y piel sedosa y plateada que a grandes pasos medirán el continente Americano.
Solo tomamos la decisión hace unos días y ya en los ojos quema la fiebre del tormento y la aventura; tal vez leeremos los sabios consejos en el borroso jeroglífico perdido entre las ruinas del Peruano monumento.
Bajo el rojizo domo de aquel cenit de fuego, pararemos silenciosos al pie de las cisternas y vagando taciturnos por la dormida alfombra, cuando cierra los ojos el moribundo día, la virgen negra que nos llevó en la sombra, dejaremos el desfile de la Melancolía para unirnos a la caravana del deleite.
Seremos hijos del desierto donde la palmera con su largo cuello móvil nos prestará su sombra y en los baches del camino, con sus vaivenes marcará en los ya marchitos rostros que esculpe el polvo y ¡soplará el cansancio eterno, la boca de la Esfinge!
Pero al centro del país austral llagaremos con la ilusión de ver a los amigos, porque; «Amamos la fatiga con inquietud secreta…»
En El Alacrán: Felipe Velasco y Enrique (Kike) Perdomo.
En Pulecia: Juan Felipe y Julián Arbelaez.